lunes, 12 de abril de 2010

Delfinoterapia


Por Fabián Morales Araya.

La delfinoterapia es un tipo de terapia en la que se utiliza el tratamiento con delfines, con esta se busca la rehabilitación física y emocional de la persona.
Los delfines más utilizados, son los de la especie tursciops truncatus, conocidos coloquialmente como “nariz de botella”.
Esta terapia alternativa se utiliza para tratar males que van desde padecimientos del sistema nervioso, casos de cáncer, problemas mentales, impedimentos motores, autismo, Síndrome de Down, parálisis cerebral, depresión, entre otros.
Se han comprobado efectos curativos en las personas que tienen contacto con ellos, tales como reducción del dolor, cambios químicos en la sangre, y refuerzo para la recuperación en enfermedades crónicas y terminales. (2)
Se dice que los delfines tienen la habilidad de detectar áreas de discapacidad o de trauma físico en los humanos. Esto se debe a que estos animales tienen un sonar natural, es decir, son como ecógrafos vivientes.
Los delfines emiten ondas ultrasónicas que generan endorfinas y otras sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, y además incentivan el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales. Los cambios neurológicos y neuroquímicos que se generan se traducen en diversos beneficios físicos, emocionales e intelectuales, tales como mejoras en el sistema inmunológico, mejoras en la coordinación motora, en el estado de ánimo, el contacto social, y en el lenguaje. (1)
De hecho, se establece una armonización entre el cerebro de la persona y del delfín, pues estos mamíferos mantienen casi permanentemente una actividad cerebral de frecuencia baja en el denominado nivel alfa, precisamente el nivel de meditación que enseñan diversas escuelas espirituales. (2)
La terapia con delfines puede ser aplicada a cualquier persona, esta se puede empezar a practicar desde bebés, de cinco a seis meses, y no hay límite de edad para este tratamiento.
Las sesiones son realizadas en una piscina, en las que se busca la comodidad tanto del delfín como del paciente, estas pueden durar de 15 a 20 minutos. En este tiempo, el delfín se deja tocar y además hace contacto con distintas zonas del cuerpo de la persona, como la columna, manos, plantas de los pies, transmitiéndose de esta forma las ondas ultrasónicas alfa, beta y theta, que generan el efecto terapéutico. A menudo estas sesiones van acompañadas por otros ejercicios que el terapeuta considere convenientes.
Sin embargo, una de las desventajas de esta terapia, es que no es de fácil acceso para la mayoría de las personas, ya que para realizarse se necesita obviamente un delfín, con su entrenador y una instalación adecuada para que habite el animal; que desgraciadamente, en muchos casos no es posible de realizar, ya que conlleva un costo económico muy alto.
A pesar de esto, la gran cantidad de beneficios que trae consigo la interacción con estos simpáticos animales hace que valga la pena buscar este tipo de terapia, ya sea para tratar algún mal del que se sufra o simplemente por vivir la experiencia, que sin duda alguna será inolvidable.
Fuente de la imagen: http://www.isabelsalama.com/img84.gif

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